El Gobierno de Navarra establecerá un requisito para la realización de proyectos lingüísticos en los centros públicos. Tomando como eje el tratamiento integrado de las lenguas, el proyecto puede servir para mitigar ligeramente las márgenes de los modelos actuales, en todas las escuelas, con independencia del plurilingüismo.
Convertir los centros en punto de encuentro de las lenguas; estrechar las relaciones entre los interlocutores que conforman la comunidad escolar; fomentar las lenguas minoritarias, aflorar y poner en contacto a los alumnos. Con todos estos objetivos, y como eje del tratamiento integrado de las lenguas, pretende establecer proyectos lingüísticos en todos los centros de la red pública a partir del año que viene. Para ello, la consejera de Educación, María Solana, inició el pasado mes de noviembre un procedimiento legal con la firma de un proyecto de orden foral. Todo bien en el camino, y entrará en vigor inmediatamente después de su aprobación en enero.
No es un nuevo proyecto. Algunos centros, sobre todo los modelos d, iniciaron hace tiempo el diseño de planes de tratamiento multilingüe, y en 2016 el Departamento de Educación instauró a las escuelas del programa Pai la obligación de elaborar proyectos lingüísticos, a fin de ordenar el caos de UPN. Ahora, quieren extender el tratamiento común de las lenguas a las escuelas públicas, y eso puede servir, entre otras cosas, para paliar los márgenes de los modelos lingüísticos actuales, con todas sus variantes a, B, d y g.
"En los colegios se recogen muchas lenguas. Por un lado, los que ofrece la propia escuela, y por otro, los que los alumnos traen de casa. Necesitábamos un plan para regular la presencia y la gestión de todos ellos ", ha explicado Hasier Morrás, jefe del Servicio de Plurilingüismo del Departamento de Educación. "Lo que queremos es que cada proyecto lingüístico sea un instrumento de consenso, que hoy en día el debate que tenemos sobre las lenguas no es natural. Eso es lo que hay que superar ".
En concreto, el Departamento de Educación pretende "tener presencia de las dos lenguas autóctonas, como hasta ahora, y, a partir de ahí, conocer, recibir y poner en valor otras lenguas de los alumnos", ha añadido la presidenta de la Sección de Programas Lingüísticos Extranjeros del Departamento de Educación.
Para ello, el Gobierno de Navarra ha iniciado su trabajo con varios centros educativos. Ya les ha ofrecido una guía para trabajar proyectos, y han puesto como ejemplo los proyectos elaborados por el Gobierno Vasco, Sortzen, la Federación de Ikastolas y Mondragon Unibertsitatea. También se ha puesto en marcha un proyecto piloto en la escuela Virgen Blanca de Huarte.
La primera tarea será realizar un diagnóstico en las comunidades de los centros y, a partir de ahí, deberán desarrollar "un plan de acción cuatrienal" en cada centro. "Hay que fijar unos objetivos y recoger la programación general anual. Todo ello tendrá reflejo en la metodología de enseñanza de las lenguas ", ha dicho Larrazak. El objetivo es, en definitiva, mejorar y enriquecer la enseñanza de las lenguas. "No es sólo cuestión de números y porcentajes", ha subrayado el jefe de los Programas Lingüísticos de Extranjería. "Queremos un cambio cualitativo".
Esta nueva metodología deberá basarse en el tratamiento unificado de las lenguas. Morrás: "Serán imprescindibles la coordinación y la colaboración entre profesores". Ha puesto el ejemplo de un profesor de euskera del modelo a: "Hasta ahora, en una escuela de modelo a, impartía clases de euskera por su cuenta. A partir de ahora, acordará los contenidos y metodologías con los profesores que se encuentren en otras lenguas. Eso ya va a dar más presencia al euskera ". Y junto con el euskera, quieren fomentar otras lenguas minorizadas. "Hay muchas familias que tienen su origen en el extranjero en comunidades educativas, y también queremos tener en cuenta esas lenguas en los proyectos de estas escuelas: ruso, árabe...". Un proyecto adaptado a la realidad local.
Barreras dentro del hogar
En el momento en el que se desarrollan los programas lingüísticos de los centros educativos, los representantes del Departamento de Educación se han encontrado con diferentes dificultades: por un lado la realidad de cada centro y por otro, los límites establecidos por la Ley del Euskera actual.
"Cada colegio es un mundo, no es lo mismo la escuela pública de Basaburu y el de Caparroso, aunque en ambas se imparta el modelo d", ha explicado la profesora Ana Unanue. Unanue es el jefe de la Sección de Promoción y Didáctica del Euskera del Departamento de Educación, y está centrado en el proyecto de proyectos lingüísticos. "No es tarea fácil. Por un lado, porque hay que hacer un proyecto de este tipo, porque necesitamos la implicación del claustro completo y de todas las comunidades escolares, y por otro, porque nuestro entorno sociolingüístico es difícil. La ley actual, por ejemplo, nos pone obstáculos ". La forma de entender el plurilingüismo es diferente según las zonas: "Si usted habla del concepto de bilingüismo en Tudela, muchos pensarán que hablo inglés".
Muchos alumnos y profesores trabajan con espaldas al euskera. Unanue ha reconocido que es el coste de la vuelta, por lo que ha considerado imprescindible la flexibilidad y la adaptación a los ritmos locales. "Preferimos caminar lentamente, respetar la realidad de cada escuela y hacer las cosas bien. Si no, en las escuelas se trabajará todo esto como un mero trámite y no lo queremos. La realidad será siempre nuestro punto de partida. Fotografía del momento. Al principio, seguramente será una foto píxelada, pero vamos a ir refinando ". Poco a poco quieren dar pasos. Unanue: "Esperamos que este proyecto sirva para cambiar el chip y aumentar la sensibilidad hacia las lenguas".
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